lunes, 24 de febrero de 2014

Molinos De Laxe, Faro De Budiño Y Montes De San Cibrán

Y este domingo no hemos ido demasiado lejos de Pontevedra para caminar sobre la ruta que hoy os presentamos en El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas.
Así, cuando aún los telones de la noche estaban echados sobre nuestra ciudad, nos dirigimos raudos y veloces hacia O Porriño, concretamente a la parroquia de Cans. Allí, en El Alto Do Confurco, iniciaremos nuestra caminata, al pie mismo del poste de señalización del PR-G 132, la llamada Senda de Los Molinos de Couso.
Comenzamos ascendiendo, y nada más iniciada la ruta, nos vamos encontrando con diversos molinos, los de Laxe, que se encuentran diseminados a lo largo del cauce del río Couso.
La verdad que, gracias a la lluvia caída en los últimos meses sobre nuestra tierra, el regato bajaba impresionante con toda la fuerza del agua deslizándose ladera abajo, llegando a su momento culminante en la cascada de A Galomeira. El domingo, todavía más potente, por la gran cantidad de agua que la formaba y que nos obsequiaba además con la música que a su paso hacía sonar en el valle.
El ascenso es pronunciado pero se hace fácil el caminar pues vamos sorteando los desniveles, caminando por la senda natural propiamente dicha, o por pasarelas y escaleras de madera que nos llevan casi sin darnos cuenta hasta la pista en donde enlazamos con el GR-58, el Sendero das Greas.
Caminamos entonces torciendo a la derecha por una pista forestal, de tierra o zahorra,  que nos va llevando sin sobresaltos hasta el afloramiento granítico conocido como “El Pianista” por la forma que presenta su silueta vista desde lejos, que nos recuerda a un músico con un gran piano, y que se asienta en el monte del alto de O Castelo de Cans.
Pero además hay quien dice que, en lo alto de estos penedos, en la época medieval, se levantaba una fortaleza que vigilaba el paso por este valle desde su privilegiada localización. Antiguamente se le conocía con el nombre de Castillo de Miravel o Mirabel y hoy en día, el alto donde se ubicó la fortaleza, se denomina "O Castelo de Cans".
Decidimos “explorar” la fortaleza y ya en el alto dimos con la entrada que forma un pasadizo de roca por el que dicen se accedía al patio de armas.
También pudimos admirarnos con las fantásticas panorámicas que se observan desde allí, de lo alto.
Abandonamos O Castelo y nos dirigimos hacia las llamadas Penas de San Cibrán, un conjunto de rocas graníticas de gran tamaño y no exentas de belleza.
Y a un tiro de piedra de allí, llegamos a otra impresionante masa rocosa, El Faro de Budiño, que dada la espectacularidad de sus paredes verticales es aprovechada desde hace años para practicar la escalada deportiva y cuya pared norte se alza imponente sobre el Valle del Louro o de la Louriña.
A partir de aquí iniciamos el descenso y nos dirigimos hasta el área recreativa de As Conforcadas. Aquí dejamos la Senda das Greas y enlazamos con la ruta dos Montes de San Cibrán.  Pasaremos entre tierras cultivadas, viñedos y prados disfrutando también de diversos molinos, hórreos, fuentes y un curioso peto de ánimas con la figura de una reina en su interior, tal y como se deduce de la corona sobre la cabeza de una de sus figuras.
Y ya después del lugar de A Fraga comienza de nuevo la ascensión, disfrutando del paisaje y maravillándonos con las especies arbóreas y con la laguna formada en el interior de una antigua mina de feldespato llamada la Mina de Blas.
Hay momentos en que las dos sendas anteriores comparten el mismo itinerario, y a veces la misma señalización, encontrándonos señales tricolores, alternando el rojo, amarillo y blanco. Y después de haber disfrutado de la naturaleza, sin pisar casi nada de asfalto, regresamos a nuestro coche descendiendo, acompañando al río Couso en el tramo que constituyó la primera parte de la ruta y que también es la última. Y lo hacemos maravillándonos una vez más, por el grandioso espectáculo que ofrece al caminante. ¡No os lo perdáis!
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lunes, 17 de febrero de 2014

Circular En Caminha Y Moledo: Entre El Mar Y La Montaña

La caminata que os presentamos esta semana en El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas transcurre por tierras de nuestro vecino país, Portugal.
Es una senda circular que realizamos acompañando al Grupo de Benfiquistas de Viana Do Castelo y que tiene su inicio y fin en Caminha concretamente en la “Mata do Camarido”.
De allí partimos a través de una pasarela de madera en la Foz del río Miño, hacia Camiña. Esa mañana de domingo, mientras las barcas esperaban apaciblemente los remos, soplaba un aire gélido y el frío era intenso, por eso caminábamos arrebujados en nuestras ropas, bufandas y gorros sin dejar de admirar todo lo que nos rodeaba.
Después cruzamos la vía ferroviaria y comenzamos a subir, caminando sobre asfalto, hacia el “Miradouro da Fraga” desde donde, en días despejados, se tiene una bonita visión de la Foz del río Miño y Santa Tecla al fondo.
Continuamos ascendiendo por una pista asfaltada hasta el monte y la capilla de San Antón. Impresionantes las vistas sobre  la playa de Moledo, y al fondo España.
Y eso que ese día, un denso y blanco colchón de nubes se extendía prolongadamente ante nosotros, tanto que nos hacía desear tirarnos en él, tranquilamente a descansar.
A continuación nos dirigimos, ya por camino de zahorra, hasta el alto y parque eólico de A Espiga desde donde obtenemos también una visión de Vila Praia de Âncora al fondo.
Y comenzamos a bajar por un cortafuegos con el suelo tan pedregoso que realmente impone respeto al caminante.
Llegamos poco después a un hermoso paraje en donde se asienta la ermita de San Pedro de Varais, magnífica representación del Románico tardío, y que se encuenta como digo en un precioso entorno en donde aprovechamos e hicimos un alto para reponer fuerzas en un encantador “parque de merendas” muy cuidado que allí encontramos.
De allí, todavía por caminos terrosos, nos dirigimos hasta el punto geodésico de “O Cobertorinho” al que accedimos abriéndonos camino a través de los tojos y demás elementos vegetales que por allí crecían, y que realmente logró emocionarme, tanto por las vistas impresionantes sobre el Atlántico, el fuerte y la playa de Moledo, nuevamente el sempiterno Monte Tecla al fondo, como por acordarme en ese momento que este fue el primer punto que conocí de una ruta en tierras portuguesas, hace unos años cuando mi marido y yo, comenzábamos en esto de las caminatas...
Y después de extasiarnos con aquella magníca visión, todavía nos esperaba el llamado “Miradouro Dos Sinos dos Mouros” para continuar admirando la belleza de este punto de la geografía portuguesa y, al fondo, las tierras gallegas, en la confluencia del Miño con el Océano Atlántico.
Continuamos descendiendo y zigzagueamos entre las calles de Moledo, en donde visitamos la playa, maravillándonos una vez más con la fuerza de la naturaleza y su manifestación de poder en el rompiente oleaje que venía a estrellarse con fuerza en la arena y en el muro de la playa.
Y ya sólo nos quedaba continuar nuestro paseo a lo largo del pinar y la Mata do Camarido, cuyo primitivo objetivo, antiguamente, era frenar el avance del arenal, y que ahora sirve de magnífico paseo en todas las épocas del año, para llegar hasta nuestros coches y dar así por finalizada esta caminata espectacular en donde se camina por la montaña teniendo el lujo de poder a la vez contemplar el mar.
También añadir que fue un día sensacional tanto por la climatología, que por un día alejó la lluvia de nuestro caminar, como por la compañía, la amistad y la alegría compartida en este día con un maravilloso grupo de personas! Muito Obrigada a José Carlos, Antonio Jorge, Augusta, Marisa, Fátima, Sergio, Jorge, Pedro, Meira, Jose Luis e todos os demais caminheiros pela simpatia en un día de fantástico convívio! Até outra caminhada, amigos benfiquistas!!!

domingo, 9 de febrero de 2014

Circular Río Arenteiro Y Subida Al Monte De La Saleta

Y hoy, que anunciaban ventanías y tempestades varias, no nos hemos amilanado y, como siempre, acudimos a nuestra andariega cita dominical que paso a contaros en El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas.
Bajo una fina cortina de agua nos dirigimos muy tempranito hacia tierras ourensanas, más concretamente hasta O Carballiño, villa balnearia que, a orillas del río Arenteiro, ha crecido desde el siglo XVII, convirtiéndose en un clásico del termalismo en Galicia en el siglo XX.
Nosotros nos detuvimos a la entrada de O Carballiño, al lado justo del puente de A Veiga, imponente construcción de origen medieval que consta de un solo arco y se apoya en dos paredes rocosas. El arco es apuntado lo que demuestra su origen medieval y lo que provoca que la rasante sea en el característico lomo de mula. Conserva también un pequeño arco de medio punto a modo de aliviadero en caso de crecida extrema. 
Y es aquí, en este punto, en donde iniciamos una preciosa ruta circular uniendo parte del paseo fluvial del Río Arenteiro con la subida hasta La Ermita de La Virgen De la Saleta y la correspondiente bajada otra vez hasta O Carballiño.
 Así, en un principio, acompañaremos al Arenteiro en su espectacular recorrido, mientras nos vamos encontrando con diversos puentes y pasarelas sobre el cauce del río, las instalaciones del Gran Balneario, Áreas Recreativas, una piscifactoría, viejos molinos, A Pena Dos Namorados...
Después de la cantidad de agua que, este invierno, las nubes continúan arrojando sobre nuestra Galicia, el río bajaba rugiendo fantásticamente, lleno de rápidas aguas su cauce, que nos hacían pensar una y otra vez en el paraíso que es nuestra tierra.
Por eso califico de impresionante toda la parte de la ruta que transcurre por la orilla del río, tanto por la belleza de las aguas como por la abundancia de árboles típicos de ribera que nos llevaban a extasiarnos en la contemplación del paisaje que se ofrecía ante nuestros ojos.
 A veces caminábamos casi tocando el agua del Arenteiro, otras saltando de piedra en piedra, e incluso, a veces, subiendo y bajando escaleras de piedra o de madera.
Pero no menos bonita es la segunda parte subiendo hasta la carballeira en la que se encuentra La Ermita De La Virgen de La Saleta, en Astureses.
Y también la continuación por A Gouxiña, Barro y la bajada hasta A Barreira. Marchando por corredoiras y senderos que nos llevan a través de bosque típicamente gallego con predominio de robles, castaños y sobre todo pinos, para ir ya de vuelta hacia O Carballiño.
Se camina sin dificultad, casi todo sin asfalto, escepto en los inevitables enlaces entre senderos. Simplemente disfrutando del camino y del paisaje, tanto el ofrecido por la Madre Naturaleza como el construído por la mano del hombre con puentes, casas de piedra, hórreos...
¡Es una ruta francamente espectacular! De las más bonitas que hemos caminado y que os recomiendo vivamente para cualquier época del año.

lunes, 3 de febrero de 2014

Circular La Piedra Y El Agua Y Río San Martiño

Y hoy os traigo hasta El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas una preciosa ruta circular que une la senda de La Piedra y el Agua con la senda del Río San Martiño.
Son apenas algo más de 16 km pero os aseguro que es una de las rutas más bonitas que hemos realizado.
Iniciamos el recorrido cerca de la rotonda de la autovía en Barrantes, y lo hacemos ascendiendo por la senda de la Piedra y el Agua, siguiendo el curso del río Armenteira.
En esta época del año y debido al agua caída estas últimas semanas, el regato, se nos mostraba con un aspecto mucho más salvaje del que nos tiene acostumbrados, lanzándose como un caballo desbocado, ladera abajo, con sus rugientes aguas como crines al viento, siempre infatigable en su camino hasta el Umia.
Una delicia el poder ir ascendiendo por un espacio tan bien cuidado, que nos llevará entre bosques de árboles típicos de ribera, a ir admirando no sólo el espectáculo de la naturaleza, sino también la obra de la mano del hombre, contemplando antiguos molinos, perfectamente identificados, algunos en ruínas, otros restaurados, que nos dan una idea  de la gran actividad agrícola realizada por la gente de los alrededores en una época no muy lejana. 
También nos recreamos en la aldea de piedra construída por La Escuela De canteiros de La Diputación de Pontevedra, y en toda la belleza del entorno que la rodea.
Nunca nos cansamos de caminar por esta ruta que sigue los pasos de los antiguos romeros que, en otros tiempos, acudían El Lunes de Pascua a la Romería de la Virgen de las Cabezas y que tiene su punto culminante en el marco incomparable del Monasterio de Santa María De La Armenteira. Monumento del S. XII que perteneció en sus orígenes a la orden de Císter, por eso, no es de extrañar el estilo austero de la decoración y que está considerado como uno de los mejores exponentes del Románico gallego y declarado Monumento histórico-Artístico
Llegados a este punto, continuamos ascendiendo para entroncar con la Senda Del Río San Martiño. Realizamos esta ruta vislumbrando en ocasiones, allá lejos la ría.
Y, ya descendiendo, serpenteando entre las aguas del río, que bajaba también en un espectacular descenso, lleno de fuerza y sonoridad su cauce, ya de por sí bellísimo, con sus innumerables meandros.
Impresionante el sendero siempre pegado al río, e inmerso en el silencioso bosque que nos rodea.
No perdimos la ocasión de visitar primero la Iglesia de San Salvador de Meis, construcción inicial del S. XII. Aquí, en los muros del atrio, se muestran unos relieves sacados de altares de los siglos XV y XVI, en los que están representadas varias escenas del Evangelio y que nos impresionaron vivamente.
Y, ya cerca del final de la senda, la Iglesia de San Martiño de Meis, también románica, del S XII. Completando así este periplo circular llegamos de nuevo a la rotonda, nuestro punto inicial.
Reseñar que la ruta se encuentra  muy bien señalizada sin temor a perderse en ningún momento y, añadir una vez más, que es una ruta preciosa. De hecho yo no sé decir cuál de las dos sendas que la componen me gusta más, si la de La Piedra y El agua, más “de diseño” o la del Río San Martiño, en un estado más “natural”.
Muy fácil de caminar, casi sin pisar asfalto. Si bien yo recomiendo hacerla como nosotros la hicimos en el sentido inverso a las agujas del reloj, subiendo La Piedra y El Agua y bajando el Río San Martiño pues, considero que al contrario, es mucho más exigente para el caminante. ¡Animaos a realizarla, no os arrepentiréis, al contrario, os maravillaréis!!!