lunes, 27 de julio de 2015

Piedras de Ventosela Y Petroglifos De Amoedo


La  “Ruta Das Pedras”  es  una iniciativa  de  La Comunidad  de Montes  de Ventosela, en Redondela.
Su nombre, claro está, proviene de la innumerable cantidad de formaciones rocosas de formas curiosas que se encuentran esparcidas por los montes que rodean Ventosela y que la asociación de vecinos unió en un itinerario para que podamos tener fácil acceso a ellas y que no queden en el olvido.
Nosotros, los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas, iniciamos nuestra caminata en las inmediaciones de La Iglesia de San Martiño de Ventosela, de planta de cruz latina y tejado a dos aguas, en cuya fachada se encuentra el Santo Patrón.
En el atrio descansa un monolito natural lleno de oquedades y cavidades, aperitivo de todo el conjunto pétreo que vamos a ver. Y también desde allí vislumbramos una vista impresionante de la Ría de Vigo, El Puente de Rande y La Ensenada de San Simón, que nosotros disfrutamos a través de la nieblina y la bruma reinantes ese día.
El recorrido se encuentra en buenas condiciones para el caminante que va ascendiendo paulatinamente, sin pausa pero sin prisa, siguiendo las flechas amarillas, iguales que las del Camino de Santiago, y también otras señales de madera en donde un simpático animalito, también amarillo, nos va indicando la dirección a seguir.
También es de agradecer la cartelería que, una vez llegados a un hito reseñable, nos ayuda a saber en donde nos encontramos o cómo se llama el conjunto rocoso que estamos contemplando.
Así, entre otros, podréis contemplar la estructura de A Pedra Taió que simula un pequeño refugio de pastores como los que hay diseminados por el monte gallego, pero éste proporcionado por la Madre Naturaleza.
A Pedra Que Fala, llamada así por encontrarse hueca, y la reverberación del sonido que produce, dicen que semeja como una persona al hablar.
Asimismo encontraréis Pedras Agudas, A Laxe Das Abellas, A Pedra Erosionada,... Durante la caminata continuaremos con fantásticas vistas con la Ría de Vigo, El Puente de Rande e incluso allá, en la lejanía, avistamos la siempre inconfundible silueta de Las Islas Cíes.
En este tramo también encontramos rocas con petroglifos como El Conjunto Rupestre da Pedreira: grabados rupestres con figuras circulares concéntricas e incluso figuras ecuestres.
Como veis, una ruta con muchos elementos que la hacen atractiva para el senderista que camina serena y tranquilamente, sólo teniendo el horizonte como límite.
Pero si queréis seguir admirando la obra dejada sobre piedra, por nuestros ancestros prehistóricos, entonces tendréis que hacer como nosotros y enlazar con La Senda Arqueológica de Amoedo creada por los Comuneros de Amoedo, en Pazos de Borbén.
Y lo hicieron para poner en valor el que constituye uno de los yacimientos de grabados rupestres más importantes del sur de Galicia por la cantidad de petroglifos y por la complejidad y variedad de los grabados.
Siendo uno de los grandes tesoros de aquel municipio, testigos de nuestro pasado más ancestral. Si os decidís, quedaréis realmente asombrados con la cantidad de vestigios que se encuentran por allí diseminados para regocijo del visitante. Numerosos petroglifos y mámoas que testimonian con su presencia que, sin duda, Amoedo fue un lugar de gran importancia en La Prehistoria.
Son tantos que no podemos poneros fotografías de todos aquí en la portada del blog, pero sí podéis verlas en el álbum de fotos que está al final. Sí os citaré algunos, sólo algunos, de los nombres por los que son conocidos: Veiguiña Longa, Rego Novo, Chan do Piñeiro, A Cama do Vello, Lombo da Matanza, Carballo de Martiz, Os Pinos de Reboreda, Chan Dos Curros,… ¡Y muchos más!
Como ya dije, también hay multitud de mámoas, todavía inexcavadas, pero eso sí,  fácilmente adivinables para el ojo arqueológico debajo de estos montículos.
Asimismo, por aquellos pagos también encontramos un foxo do lobo, en no muy buen estado de conservación, todo hay que decirlo, pero fácilmente reconocibles sus pétreas paredes y su estructura.
Y no podía faltar un molino para moler el grano del lugar, y lo encontramos en Lamasusán, cerca de Lombo da Matanza.
Con un lavadero y una fuente en sus inmediaciones.
Y esta bonita cruz de piedra se une al cruceiro que encontramos casi al inicio de la ruta.

lunes, 20 de julio de 2015

Torres Do Oeste Y Paseo Fluvial En Catoira

Catoira es una localidad que se mira en las aguas de la Ría de Arosa y que es muy conocida por la Romería Vikinga que allí se celebra todos los años a principios del mes de agosto.
Este fantástico escenario, en la desembocadura del río Ulla, todavía no lo habíamos traído hasta El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas pero, por fin, aquí está.
Comenzamos la caminata cerca de la iglesia parroquial, en cuyas inmediaciones encontraréis una alameda con la figura del arzobispo Gelmírez, nacido por aquellos pagos, y también, en una rotonda, esta escultura dedicada al mítico guerrero vikingo.
También un área recreativa en donde pasaréis un buen rato descubriendo todos los tesoros por allí esparcidos. Entre ellos el Molino Da Ponte.
Llamado así, claro, porque está al pie de A Ponte Vella. A su vera, un miliario data su construcción entre los siglos IX- X.
 ¡Ah! Y no os perdáis el bonito cruceiro en donde también están representados Adán y Eva.
Y ya sí que nos decidimos a conocer el paseo fluvial. En su comienzo todavía divisamos la majestuosa silueta de la iglesia.
Y, en la desembocadura del río Catoira, nos asombra la ahora ruinosa apariencia del Muíño do Cura. Un molino con un sistema único pues, mediante compuertas, tanto aprovechaba el agua del río como la de las mareas. ¡Si todavía nos impone, imaginaos cómo sería en pleno esplendor!
El paseo fluvial transcurre por las orillas del río Ulla. A veces pisaremos pistas de zahorra, y otras caminaremos sobre pasarelas de madera. Pero siempre rodeados de belleza.
Y disfrutando a tope de la Madre Naturaleza, Fauna y Flora.
Desde distintas zonas vamos avistando Las Torres del Oeste y la emoción va aumentando al tiempo que nos acercamos.
Y allí rememoramos los tiempos en que las tierras gallegas eran trofeo codiciado por distintos pueblos que nos invadían por mar. Por eso tenían que construír medios defensivos y disuasorios.
Y, por los restos que se conservan, el castillo del cual formaban parte estas torres debió de ser imponente.
Allí, también pudimos incluso tocar las barcas vikingas que se usan en la célebre romería de la que os hablé antes.
Los senderistas continúan camino por las riberas del Ulla.
Encontraremos las ruínas de una de las muchas telleiras que antes había por la zona y un cruceiro cuya finalidad, dicen que era señalizar la ruta fluvial del Camino de Santiago.
Por eso, algunos de los tramos de esta ruta, coinciden con el Camino de Santiago por la costa, encontrando el caminante muchas flechas amarillas en su caminar. 
Y ya volvemos al punto de partida. Por el camino, aún saboreamos algunas manzanas con que nos obsequian los manzanos a la vera del río Catoira.
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sábado, 18 de julio de 2015

Ir A Marte, Al Centro De La Tierra O Al Fondo Del Mar

Y gota a gota, paso a paso, hemos caminado hasta más allá de las 135.000 visitas. Los Senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas os damos las gracias por estar ahí acompañándonos en nuestra andaina virtual.
"La imaginación es magia y es arte
que nos hace inventar, soñar y viajar.
Con imaginación podemos ir a Marte
o al centro de la Tierra, o al fondo del mar..."
Rosa Lobato Faria

lunes, 13 de julio de 2015

Por San Vicente, O Grove: Costa, Adro Vello Y Con Negro

En estos días de verano, los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas, os dejamos una ruta cortita, bonita y cerquita del mar.
Se trata de un recorrido por la costa de San Vicente Do Mar, en O Grove, en el que tratamos de aunar las sendas conocidas como “ Adro Vello” y “Con Negro”.
Iniciamos la caminata al pie de La Iglesia de San Vicente de estilo barroco. Es una iglesia construida en 1770 para substituír a otra que se encontraba al borde de la ría pero que fue trasladada debido a los frecuentes saqueos de piratas y a los golpes de mar.
Antes de la escalinata de acceso encontraréis un cruceiro dándoos la bienvenida.
Al ser costero, en este paseo, los elementos que van a primar son las playas y el mar que admiraremos desde distintos puntos del trayecto y en diferentes versiones.
Es una ruta llena de historia, así, ya en la Playa de Barcela, podéis observar la Salgadeira de Barcela, antiguamente dedicada a la salazón de pescado.
Y en las inmediaciones de la Playa de O Barreiro el hallazgo arqueológico de Adro Vello, en donde las excavaciones mostraron, en capas superpuestas, restos de una villa romana, una necrópolis, la planta de una iglesia visigótiva y elementos de una fortificación medieval que servía de protección para los invasores que llegaban por vía marítima.
También es una ruta de un gran valor medioambiental y paisajístico ya que la mayor parte de su trazado pertenece a la Red Natura 2000. Y no nos extraña, dada la belleza de todo el entorno.
Como dije antes, nos vamos a encontrar bastantes playas, todas con nombre propio, e inmumerables calas de arena blanca y fina en donde pasar momentos relajantes y olvidarse del estrés.
 Un lugar que nos gustó mucho fue llegados a Punta Pateiro. Allí, además del mar en todo su apogeo, podéis admirar la variada muestra de esculturas formadas por la acción conjunta del mar, el viento, el agua, el tiempo... convertidos en magníficos artistas.
Hay tantas figuras en piedra que no sabemos cuál elegir. Nos gustan todas.
¿Y quién se atreve a pasar a través de esta puerta al infinito?
Es una ruta para los senderistas amantes de la naturaleza y de la tranquilidad sólo interrumpida por el sonido de las olas batiendo contra las rocas que encuentran en su avanzar hacia la costa.
Una costa sosegante que invita a conocerla disfrutando también de sus senderos solitarios.
Y en la que hay momentos para todo. Momentos a pleno sol en los que apetece darse un refrescante bañito.
Momentos en que tocamos la fina arena.
Momentos en que el oleaje nos atrae e hipnotiza, pero no impide que oteemos el horizonte marino desde la orilla.
Momentos bajo la sombra de acogedores árboles para el caminante.
Y otros momentos, sobre todo con buen tiempo, en que el bullicio de la gente, tomando el sol o paseando por los arenales, llenará de alegría el ánimo de los senderistas.