lunes, 13 de julio de 2015

Por San Vicente, O Grove: Costa, Adro Vello Y Con Negro

En estos días de verano, los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas, os dejamos una ruta cortita, bonita y cerquita del mar.
Se trata de un recorrido por la costa de San Vicente Do Mar, en O Grove, en el que tratamos de aunar las sendas conocidas como “ Adro Vello” y “Con Negro”.
Iniciamos la caminata al pie de La Iglesia de San Vicente de estilo barroco. Es una iglesia construida en 1770 para substituír a otra que se encontraba al borde de la ría pero que fue trasladada debido a los frecuentes saqueos de piratas y a los golpes de mar.
Antes de la escalinata de acceso encontraréis un cruceiro dándoos la bienvenida.
Al ser costero, en este paseo, los elementos que van a primar son las playas y el mar que admiraremos desde distintos puntos del trayecto y en diferentes versiones.
Es una ruta llena de historia, así, ya en la Playa de Barcela, podéis observar la Salgadeira de Barcela, antiguamente dedicada a la salazón de pescado.
Y en las inmediaciones de la Playa de O Barreiro el hallazgo arqueológico de Adro Vello, en donde las excavaciones mostraron, en capas superpuestas, restos de una villa romana, una necrópolis, la planta de una iglesia visigótiva y elementos de una fortificación medieval que servía de protección para los invasores que llegaban por vía marítima.
También es una ruta de un gran valor medioambiental y paisajístico ya que la mayor parte de su trazado pertenece a la Red Natura 2000. Y no nos extraña, dada la belleza de todo el entorno.
Como dije antes, nos vamos a encontrar bastantes playas, todas con nombre propio, e inmumerables calas de arena blanca y fina en donde pasar momentos relajantes y olvidarse del estrés.
 Un lugar que nos gustó mucho fue llegados a Punta Pateiro. Allí, además del mar en todo su apogeo, podéis admirar la variada muestra de esculturas formadas por la acción conjunta del mar, el viento, el agua, el tiempo... convertidos en magníficos artistas.
Hay tantas figuras en piedra que no sabemos cuál elegir. Nos gustan todas.
¿Y quién se atreve a pasar a través de esta puerta al infinito?
Es una ruta para los senderistas amantes de la naturaleza y de la tranquilidad sólo interrumpida por el sonido de las olas batiendo contra las rocas que encuentran en su avanzar hacia la costa.
Una costa sosegante que invita a conocerla disfrutando también de sus senderos solitarios.
Y en la que hay momentos para todo. Momentos a pleno sol en los que apetece darse un refrescante bañito.
Momentos en que tocamos la fina arena.
Momentos en que el oleaje nos atrae e hipnotiza, pero no impide que oteemos el horizonte marino desde la orilla.
Momentos bajo la sombra de acogedores árboles para el caminante.
Y otros momentos, sobre todo con buen tiempo, en que el bullicio de la gente, tomando el sol o paseando por los arenales, llenará de alegría el ánimo de los senderistas.

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