lunes, 6 de julio de 2015

Cascadas Y Molinos De Barosa Y De Gundeiro

En el ayuntamiento de Barro hay un lugar privilegiado conocido como "Parque Natural Río Barosa".
Y es el protagonista de la ruta que hoy acercamos hasta El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas.
Comenzamos siguiendo una ruta señalizada, el PR-G 105, por el margen derecho del río. Se va ascendiendo paulatinamente, sin grandes esfuerzos. Y a cada paso admirando la cascada allí formada por el río.
Es un espectáculo ver deslizarse las aguas por las piedras pulidas por la constante húmeda caricia a lo largo del tiempo.
Hay lugares que propician que el caminante se acerque hasta tocar las aguas. Puedes mojarte los pies, e incluso hay quien se toma un refrescante bañito.
No dejéis de visitar los molinos que se encuentran a una y otra orilla. Dicen que son 17, no los hemos contado, la verdad, sólo podemos decir que son una hermosa muestra de nuestro pasado que también dejan idea de la gran riqueza de estas tierras a lo largo del tiempo.
Ellos y la cascada constituyen un atractivo reclamo para que la gente se acerque hasta este rincón.
Los senderistas continúan su camino y arriban hasta el llamado molino de Valerio, un lugar, con área recreativa, en donde se puede hacer una pequeña pausa y admirar la serenidad que allí se siente, el viejo puente de madera y el lento nadar de las ocas que pasan.

Aquí observaréis también el agudizado ingenio de los ingenieros de antaño para usar el agua a su favor.
 El sendero, bajo la sombra de robles, castaños y otras especies arbóreas, es llano y va serpeando, jugando con el Barosa.
Las aguas del río bajan ahora tranquilas y reposadas, convirtiéndose en relucientes espejos en donde los helechos gigantes, acompañados de gigantes de delgadas extremidades, se autoadmiran sin remilgos.
Y llegamos al puente de San Breixo. Aquí, hay quien ya se da la vuelta y regresa al punto de inicio.
Nosotros decidimos seguir explorando y caminando, ahora ya sin señalización. Y la verdad que merece la pena acompañar algún km más al sonoro Barosa.
Ejemplares de libélulas, coloridas mariposas y libeliñas vuelan alrededor. También encontramos rústicos pero bonitos pontones a nuestro paso.
Siempre en parajes sombreados y llenos de encanto.
Unos pasadizos de cañas de bambú que son una delicia...

Y, después de sortear algún que otro helecho y alguna que otra zarza, conseguimos alcanzar otro de nuestros objetivos: Una bonita cascada rodeada de molinos, en un paraje realmente maravilloso con las aguas del Gundeiro dándole vida.
Toca ya ir cerrando el círculo del paseo y lo hacemos ahora por la otra orilla del Barosa. Robles, castaños, helechos, hiedras son también nuestros compañeros de fatigas.
Ya pasado de nuevo el puente de San Breixo no os perdáis esta refrescante poza.
Nosotros no dudamos en acercarnos hasta la Iglesia de San Breixo.
En el atrio, en donde en el mes de octubre se celebra una concurrida romería, encontraréis este pétreo cruceiro a la sombra de un castaño en flor.
A su lado el cementerio.
Y no os perdáis las vistas del entorno que desde allí se divisan.
A continuación, volvemos a encontrarnos con los molinos sobre el Barosa. Y con ellos, de nuevo, el bullicio.
Y, siguiendo la senda por el margen izquierdo, ponemos fin a esta bonita caminata que no dudamos en aconsejaros. Piedra, agua, fauna y flora aliados para que todos los sentidos disfruten.
CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
CLICAR AQUÍ Y VER TODAS LAS FOTOS DE LA RUTA 

No hay comentarios:

Publicar un comentario