lunes, 25 de enero de 2016

Admirando Los Ríos Vilacoba Y San Xusto En Toxosoutos, Lousame

Hay rincones de nuestra Galicia que, por su belleza, tocan el corazón y llenan el alma de todos los que por allí se acercan.
Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas acabamos de llegar de uno de ellos, el lugar por donde discurren los ríos Vilacoba y San Xusto.
En el primer tramo de la ruta partimos del área recreativa de Brandia, en Lousame, y continuamos siempre pegados al cauce del río Vilacoba, que se nos mostraba inquieto y juguetón.
Y ésa va a ser la tónica de sus aguas durante el trayecto, corriendo desenfrenadas y jugando con las rocas de su lecho. 
Y formando muy frecuentemente preciosos rápidos, bravos y llenos de prisa, que fascinan al caminante.
El senderista se ve sorprendido por la aparición, en una y otra orilla, de innumerables figuras de molinos, allí impasibles, cubiertas sus paredes con la inefable musgosa huella del tiempo.
El caminante encontrará también muestras de la antigua actividad de la zona con la presencia de las majestuosas ruinas de varias papeleras, ahora abandonadas.
El sendero es ameno y variado, serpeando con la cuenca del Vilacoba y siempre lleno de emociones.
Pisaremos suelo musgoso y rocoso, y también caminaremos por alguna levada, todavía con la sonora alfombra de hojarasca extendida a nuestro paso. 
Veces habrá que nos creeremos en un lugar encantado en donde el tiempo se ha detenido.
Y viviremos momentos realmente mágicos y llenos de misterio. 
Pasada la aldea de Lesende nuestra compañera de viaje es ahora la orilla derecha del río cuyas aguas se muestran todavía más salvajes que antes.
En su lecho granítico va formando diversas pozas que en verano son muy frecuentadas y que ahora, con el sonido del agua golpeando y el colorido del entorno, proporcionan un momento único al caminante.
No faltan los silenciosos molinos aportando el arquitectónico momento, junto con el fantástico puente medieval de A Gateira.
La senda es sinuosa y se camina a veces directamente sobre las piedras de la orilla y otras veces sobre pasarelas colocadas para tal efecto.
Llegados al Puente de Vilacoba, iniciamos un ligero ascenso hacia El Monte Culou.
La subida está amenizada por las vistas que podemos divisar del valle y La Ría de Muros y Noia allá en la lontananza.
Ya descendiendo nos vamos acercando al paraje en donde se encuentra La Iglesia de Toxosoutos.
Y, de verdad, que os recomiendo una visita pues, allí, encontraréis varios tesoros naturales como son las cascadas que allí forma el río San Xusto. La primera se muestra tal que así.
Y continúa deslizándose ladera abajo hasta formar la segunda mucho más estruendosa, ruidosa y espectacular.
Entorno a ellas diversos molinos, pasarelas de madera y fuentes como ésta para saciar la sed del caminante. 
Pero no podemos pararnos aquí, nuestra caminata continúa y seguiremos ahora las andanzas del río San Xusto, a veces escuchándolo algo lejano, y otras, teniendo contacto directo con él como sucede cerca de Boña con otra preciosa y cantarina cascada.
Por ésto que os contamos y por mucho más que descubriréis por vuestra cuenta, no lo dudéis y acercaos a sentir un amplio abanico de emociones.

lunes, 18 de enero de 2016

Dolmen De Cabaleiros Y Embalse De Vilagudín

En Cabaleiros, Tordoia, se encuentra “A Casa Da Moura” un dolmen datado en el 3º milenio antes de Cristo y declarado monumento histórico-artístico desde 1975.
Se la llama así porque cuenta la leyenda que fue construído por una moura que acarreaba las piedras sobre su cabeza al mismo tiempo que tejía un vestido.
Muy cerca de allí, en un área recreativa tranquila y sosegada, se encuentra también la llamada “Pedra Longa”.
Estamos a comienzos del invierno, pero es tan suave que el bonito colorido del otoño todavía permanece en las hojas prendidas en sus ramas.
Un momento realmente bonito de esta ruta es en Acea de Estevo con El Regato Da Pontepedra escapándose en blanca carrera de la prisión de la presa que quiere retenerlo.
Para al poco rato mostrar su cara más suave y tranquila junto a las ruínas de la antigua aceña.
Algo más adelante lo encontramos de nuevo nervioso y salvaje, deslizándose colina abajo formando una cascada y bonitos rápidos.
Y no cabe duda de que otro momento especial es llegados al Encoro de Vilagudín
Sus aguas, calmas y los árboles y prados que lo circundan infundían serenidad en el ánimo de los caminantes.
Y casi sin movernos del sitio nos encontramos esta maravilla de cruceiro.
Muy cerca de esta preciosa iglesia.
La parte más agreste de la ruta la hallamos en el lugar en donde sencuentra este marco geodésico.
Y ya estamos de nuevo plantados delante de la Casa da Moura que, por cierto, nos sosprendió por la inmensidad de su piedra superior.
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lunes, 11 de enero de 2016

Forte De Lovelhe, Ecopista Y Paseo Por Vilanova De Cerveira

En Vilanova de Cerveira, Portugal, se encuentra El Fuerte de Lovelhe, y es alrededor de esta estructura que se ubica esta caminata.
Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas comenzamos la marcha en El Parque O Castelinho.
Está situado a orillas del Río Miño, poco antes de su desembocadura. En las dulces aguas, las barcas permanecían aletargadas esperando las manos que viniesen a animarlas.
Estad bien atentos porque es posible que podáis avistar alguna grulla en las inmediaciones. Como no es partidaria de la fotografía se alejará volando rauda y veloz.
En un plis plas llegamos hasta El Puente Internacional Da Amizade que, sobre sus magníficos pilares, une las tierras de España y Portugal.
Y ya enlazamos con la ecopista que llega desde Valença. El día era lluvioso y de vez en cuando teníamos que abrir los paraguas al tiempo que caminábamos o nos recreábamos en alguna de las áreas recreativas.
Esta primera parte transcurre siempre con las aguas del río como compañeras de viaje. En su superficie se reflejaban las tonalidades grises de las nubes que cubrían el cielo esa mañana.
Los árboles propios de ribera son los que ofrecen su belleza al senderista.
Abandonada la ecopista nos encontramos varias veces con la férrea vía del tren.
Y también bonitos senderos como éste en donde la hojarasca ofrecía una sonora alfombra a los pies de los caminantes.
Pian, pianito, por fin llegamos al paraje en donde se encuentra El Fuerte de Lovelhe.
Construído dudrante La Guerra de La Restauración, allá por el S. XVII, estaba integrado en una línea defensiva construída entre el Miño y la Costa Atlántica.
No titubeéis, traspasad su recia puerta y penetrad a su interior. Desde allí tendréis una visión diferente de Vilanova de Cerveira y del estuario del Miño.
Y al otro lado las tranquilas tierras gallegas con la cara recién lavada después de la tormenta.
Ya de regreso todavía nos damos un paseo por Vilanova De Cerveira, Su Forum, sus esculturas, y su castillo, mandado construir por Don Dinís allá por el S. XIV.
No dudéis en subir y recorrer su parte amurallada. Disfrutaréis de las vistas y de los tesoros que allí se encuentran.
Y ya sabéis que estaréis siempre bajo la atenta mirada del emblemático ciervo siempre ojo avizor oteándolo todo desde su trono rocoso.
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