lunes, 9 de octubre de 2017

Por Chandrexa de Queixa: Celeiros, Bozqueimado, Casteligo, Ponte da Previsa, Parafita Y Alrededores

Hace unos días los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas nos acercamos hasta el ourensano municipio de Chandrexa de Queixa
Iniciamos nuestra caminata en Celeiros, entre casas de piedra y un antiguo horno, que nos trae ecos del pasado reforzados con la presencia de esa escoba en él apoyada.
Vamos ascendiendo paulatinamente y tenemos los primeros contactos visuales con El Embalse de Chandrexa que, como veis, muestra las consecuencias de tan prolongada sequía.
Caminamos por antiguas corredoiras, a veces estrechas y empedradas, en donde los carros al pasar en su diario trajín, fueron esculpiendo sus huellas en un pasado no muy lejano.
Es otoño y los castaños nos mostraban orgullosos su preciado cargamento todavía dentro de los verdes erizos.
Arribamos así a Bozqueimado en donde volvemos a encontrarnos con la escoba de ramitas de retama… ¿Será cosa de brujas?
Pues parece ser que sí, que anduvieron por aquí… Y ya nuestro poeta Valentín Paz Andrade dedicó un poema a “As bruxas de Vozqueimado”. Nosotros, solo seguimos caminando...
Y, sin posicionarnos,  continuamos la marcha adentrándonos en un frondoso bosque.
Aquí vamos encontrándonos con el líquido elemento en forma de pequeños riachuelos, alguno de los cuales tenemos que sortear, fácilmente, eso sí, dado la poco agua que llevan.
La senda nos lleva por entre árboles autóctonos que nos proporcionan una bien acogida sombra en épocas de calor.
Y que nos facilitan el encuentro con los seres misteriosos que por allí habitan.
Inmediatamente después avistamos Casteligo.
Curioseamos y nos acercamos hasta su iglesia desde cuyo campanario se puede ver la desolación de las casas abandonadas, rectoral incluida.
A pocos metros, nos vemos sorprendidos por la silueta de este molino, a quien actualmente solo consuela la presencia de una cantarina cascada.
Es otoño y las flores del falso azafrán ponen una nota rosa-violácea al suelo que pisan los caminantes.
De nuevo, serpenteantes y sombreados senderos componen el telón de fondo de la escena.
Nos volvemos a encontrar con El Regato Casteligo con sus aguas tranquilas pero que nos dan una idea de lo agitadas y bonitas que pueden estar en época de lluvias.
Fijaos qué momento espectacular con puentecillo, musgo, piedras, árboles, río…
¿Y éste con la montaña rocosa, El Monte Pedroso, mirándonos desde su atalaya lejana?
Camina ahora el senderista por pistas amplias y luminosas.
En donde la paz se respira en el ambiente sólo perturbado por el canto de los pájaros.
En donde la naturaleza nos obsequia con los característicos bolos de su pétreo exterior.
En donde se nos ofrece a la vista parte de la maravilla de nuestra Galicia.
Teniendo el horizonte y el azul del cielo como límite.
Tomaos un tiempito una vez llegados a este merendero.
Que invita al reposo de los caminantes.
Ahí se encuentra este precioso pontón, Ponte Da Previsa, sobre las aguas del Casteligo con poza incluida que, en sus días buenos, seguro hace las delicias de los amantes de un chapuzón.
Pero no os demoréis demasiado porque el camino aguarda, vigilados nuevamente por El Monte Pedroso.
Que nos seguirá con su ojo sobre nosotros durante largo rato.
Por estos pagos la naturaleza tiene su taller de escultura para crear obras insospechadas.
Mujer con moño orando con las manos hacia el cielo si la ves por un lado, y si la ves del otro… ¿qué os parece a vosotros?
Hemos cambiado de escenario y se nos ofrece una Galicia distinta.
Pero siempre con la belleza como protagonista.
Y en donde el cielo sigue siendo azul. 
Entrando en Parafita nos recibe esta evocadora imagen religiosa.
Pero nada detiene al caminante que continúa su ritmo una vez más sobre las piedras marcadas del camino.
Aunque veces hay en que la hierba, ahora seca, forma una mullida alfombra a nuestros pies.
De regreso a Celeiros el embalse vuelve estar en nuestro punto de mira.
Desde los más variados puntos, algunos verdaderos balcones sobre él.
Desde donde lo vemos más o menos cercano, con las casitas del lugar como ovejas paciendo en el prado.
Caminando por senderos que nos hacen pensar en un paisaje encantado.
Y que hacen, junto con todo lo que os hemos contado,  que ésta sea una ruta de cuento.
CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
CLICAR AQUÍ Y VER TODAS LAS FOTOS DE LA CAMINATA 

No hay comentarios:

Publicar un comentario