miércoles, 23 de mayo de 2018

Por Crecente: Río Ribadil, Puente Noceifas Y Pozo Do Inferno

El Río Ribadil es un afluente del Río Miño que a lo largo de su cauce nos ofrece maravillas como esta cascada y Pozo do Inferno.
Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas tomamos un primer contacto con él en La Playa Fluvial de Mandelos en Crecente.
Ya desde el principio nos enamora.
El sendero sobre el que caminamos está habitado por numerosos molinos que nos salen al paso en diferentes estados de conservación.
En esta primera parte la presencia y el sonido del agua son nuestros inseparables compañeros. 
La ruta está cuidada y en ella abunda la vegetación propia de ribera. Nos llamaron la atención ejemplares de helechos gigantes y elegantes.
A lo largo de la senda son numerosos los rápidos y saltos de agua que inundan todo con su alegría y líquida sonoridad.
El cauce del río sube y baja y para facilitar el caminar se han acondicionado pasarelas y escaleras de madera.
Aunque nunca dejamos de estar cerca del río, sus rápidos y sus cascadas.
La belleza a nuestro alrededor es palpable…
Contribuyen a ello el musgo en las paredes de los molinos y las hiedras en los árboles.
No dejéis de visitar El Puente de O Couto o Puente de Noceifas.
Hay quien lo cataloga como romano pero eso no etá demostrado. Consta de un solo arco y es ligeramente apuntado.
Es aquí en donde cambiamos de orilla del río procediendo ahora a su descenso. Y lo hacemos inicialmente por una levada.
Para continuar cercados de belleza con el río en su máximo esplendor.
La verdad es que la senda en esta orilla es más salvaje y silvestre que en la de inicio.
El ánimo del caminante nunca decae. A la belleza del lugar se une la mano del hombre facilitando el paso con rústicas escaleras.
Abandonamos el río pero no dejamos atrás las maravillas. Atravesamos bosques poblados de pinos y robles.
 Viejas ruinas nos muestran lo que pudo ser el esplendor de antaño.
Casi sin percatarnos nos hemos acercado a lugares más concurridos con área de esparcimiento con mesas y fuente para todo el que por allí llega.
Se encuentra en plena encrucijada del Camino Real.
En este lugar, en La Ermita Del Cristo Dos Aflixidos, a principios de julio se celebra una gran romería.
Allí se localizan dos cruceiros. No paséis por alto el que se encuentra plantado en medio de una gran roca.
Continúa el viajero su periplo y lo hace por sendas en donde las hiedras serpean por los troncos de los árboles.
Y también por suelo más humanizado con casas de piedra y magníficos ejemplares de hórreos.
El musgo se apodera de las piedras del camino.
Y cuando nos damos cuenta nos hallamos a los pies de La Iglesia de San Pedro en Crecente.
Continúa el senderista entre bosques y fragas. Las ruinas de una aldea se destacan en el camino.
Pero todas las fuerzas se confabulan para llevarnos ante esta manifestación de La Madre Natruraleza.
Nos encontramos de nuevo con el río Ribadil. Ahora en su expresión más ruidosa.
Una cascada.Y también El Llamado Pozo do Inferno. ¡La verdadera guinda de la jornada!
Una auténtica gozada con el estruendo del río y el molino que lo acompaña.
Pozo, cascada… A los que podréis acceder fácilmente gracias a la plataforma, pasarela y escaleras acondicionadas últimamente para un pleno disfrute.
 ¿Verdad que es maravilloso? 

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