lunes, 3 de noviembre de 2014

Molinos Del Río Xabriña Y Montes De Mouriscados

El río Xabriña es un afluente del río Tea con el que se une en Mondariz Balneario, el ayuntamiento más pequeño de España.
Y sabiendo que en sus orillas acumula verdaderos tesoros, tanto naturales como etnográficos, nos dispusimos a ir a su encuentro, una vez más, y así daros a conocer una más de las bonitas rutas que por sus orillas transcurren.
La primera parte coincide con la llamada ruta de los molinos de Mouriscados, o molinos del río Xabriña, pero no hay que confundirla con la famosísima senda etnográfica del río Xabriña que transcurre aguas arriba de éstas por las que hoy caminaron los senderistas del Blog Grupo Andainas Rías Baixas.
Nosotros comenzamos la ruta en el lugar de Poñe y ya desde el comienzo es un pleno disfrute de la naturaleza en forma de bosque de ribera y de río corriendo desbocado y pleno de agua su lecho en busca del río Tea.
Continuamos remontando el río por su margen izquierda y nos irán saliendo al paso las figuras de diversos molinos cada uno con su nombre, cada uno con su sello característico de belleza.
Un marco espléndido nos envuelve y nos lleva más allá, atrás en el tiempo y nos hace creer estar en un auténtico vergel. Contribuyen a ello las tonalidades de los árboles, las otoñales alfombras de hojas en el suelo, el río rugiendo en su galopar, la frescura y humedad que se respira, un verdadero placer para los sentidos.
Nuestro caminar se hace lento, pero no por dificultades en el camino, sino porque no queremos salir de allí, queremos seguir contemplando tal espectáculo de la conjunción de la naturaleza y la mano del hombre.
A veces caminamos tocando el agua misma del río, otras, las antiguas levadas nos alejan de ella pero nos conducen a maravilla tras maravilla.
Son todos los molinos tan distintos y bonitos, algunos con la hiedra trepando por sus paredes o cubiertas de musgo y con telarañas sus puertas, que no sabríamos con cuál de ellos quedarnos.
Pero los senderistas siguen su rumbo y llegados a Cavada do Polainas tomamos un pequeño descanso contemplando un área recreativa que se inunda en inviernos muy lluviosos pero que en verano proporciona sombra, paz y sosiego a quien por allí se acerca.
Continuamos la marcha por caminos rurales de servicio a fincas, bordeando verdes prados para el ganado, serpeando por viejas corredoiras, deslizándonos a través de rústicos cierres, y contemplando la obra de arte del verde musgo en las piedras.
Y cuando pensamos que ya los molinos habían quedado atrás, llegados al área recreativa de Campo do Río, nos deparamos con un rincón realmente mágico con antiguos pontones para cruzar sobre el caudaloso río y la magnífica estampa del molino de Arriba, contemplándonos imperturbable.
Y toca volver a nuestro punto de inicio y lo hacemos alejándonos del río y recorriendo los montes de Mouriscados. A nuestro paso, pinares, carballeiras, soutos y algún que otro alcornoque proporcionan la nota enxebre a la ruta que va discurriendo amena y tranquila por caminos arenosos, de hierba o de zahorra.
Tampoco descuidamos la parte de arquitectura religiosa representada por la capilla de San Xoán cerca de Campo do Río, y el cruceiro, peto e iglesia de Mouriscados.
Asimismo veremos varias muestras de casas de piedra, fuentes y especímenes de hórreos diversos.
Reseñar que es una ruta muy fácil para el senderista, en donde la primera parte, la de los molinos, está indicada con unos paneles de madera colocados al efecto, pero no así la segunda parte de regreso a Poñe.
Una senda que realmente os recomiendo, llena de belleza y encanto que seguro os va a gustar.

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