lunes, 27 de febrero de 2017

Quedas Da Fervença Del Río Leça Y Castro Del Monte Padrão En Santo Tirso, Portugal

Esta impresionante cascada es la protagonista esta semana en El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas.
Le llaman “As Quedas Da Fervença” sobre El Río Leça, y se encuentra en Santo Tirso, Portugal.
La caminata que nos lleva hasta ella comienza al pie de La Capilla de Nossa Senhora de Valinhas del S. XVIII y en cuyo interior se venera la imagen de A Senhora da Misericordia en madera dorada. Por cierto que se encuentra rodeada de un cuidado robledal dedicado a área recreativa con fuentes, mesas de piedra, etc.
Al poco del inicio las figuras de estos molinos salen a nuestro encuentro en un bonito paraje.
El camino que recorremos va ascendiendo paulatinamente y está poblado de diferentes especies arbóreas entre las que destacan los alcornoques.
Y llegamos así hasta el enclave en donde se encuentra El Castro del Monte Padrão situado en el punto más alto de dicho monte.
Allí se nos muestran vestigios de un poblado fortificado que podría haber sido fundado en el S. IX A. de C.
Presenta construcciones cuadrangulares.
Y también las clásicas casas circulares que conocemos.
Se encuentra en un entorno muy bien cuidado.
No sabíamos nada sobre esta fortificación y nos gustó mucho visitarla y conocerla.
Allí cerca encontréis La Capilla de A Senhora do Padrão y un cruceiro.
Continuamos la marcha hacia Pereiras en donde nos recibe el río Leça deslizándose apaciblemente debajo de este pontón.
Que se encuentra al ladito de esta estructura que guarda La Sierra Hidráulica de Pereiras,  del S. XIX, uno de los últimos vestigios de los ancestrales métodos de aserrar madera por estos pagos.
Un área recreativa allí mismo, invita al descanso del caminante.
El paseo nos llama y arribamos enseguida a una zona de monte en donde el sendero no está nada bien definido, pero enseguida nos vimos en el cerro que acoge La Ermita de A Senhora do Pilar y una estación de radar.
En la explanada un impresionante Cristo Redentor nos mira desde las alturas.
Prosiguen la marcha los senderistas atravesando algún que otro regato.
O rodeados de mimosas que ponen la nota de color a la ruta.
Hasta que por fin encontramos la meta de esta nuestra caminata.
El río Leça se nos aparece deslumbrante y juguetón.
Formando rápidos y pozas.
Que no nos cansamos de fotografiar.
¡Es todo tan extraordinario que no te cansas de mirar!
La senda asciende y asciende con las aguas del río y la belleza aumenta a cada paso.
¡En fin… Fantástico siempre el espectáculo de agua, vegetación y piedra que la naturaleza  nos ofrece!
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