lunes, 11 de diciembre de 2017

Por Vedra: Ponte Ulla, Viaductos De Gundián, San Xoán Da Cova, Pazo De Ribadulla Y Molinos De Vedra

Por debajo de Los Viaductos de Gundián se desliza El Río Ulla.
Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas llegamos hasta ellos en una caminata que comienza en Ponte Ulla justo en el puente que le da nombre.
Al lado de La Iglesia de Santa María Magdalena que todavía conserva elementos románicos.
En seguida iniciamos el recorrido por El Sendero de San Xoán da Cova siguiendo el cauce del Ulla.
Al poco nos sale al encuentro la figura de un solitario molino besando sus dulces aguas.
Se camina fácilmente, sin prisa, pero sin pausa, a veces sobre pequeñas pasarelas de madera.
O con la mullida hojarasca como alfombra a nuestros pies.
Si hay alguna pequeña dificultad, como algún tronco en el camino, se solventa sin mayor problema.
El sendero es estrecho y los árboles que nos rodean los propios de ribera.
Aunque también nos encontramos con fincas cultivadas y viñedos, ahora desprovistos de los preciados racimos.
La superficie del río en calma hace de improvisado espejo para el viaducto de la autovía.
Casi sin percatarnos arribamos al Área recreativa de Agronovo.
Allí el senderista relaja la vista y el espíritu con el remanso de paz que se respira.
Entre pequeñas lagunas, robles, sauces y mesas de piedra.
De allí volvemos un trecho sobre nuestros pasos para dirigirnos a otro de nuestros objetivos. Por el camino oteamos los viaductos allá a lo lejos semiescondidos entre la niebla.
Y no serán pocas las ocasiones para ello.
Nos topamos más tarde con los muros que cobijan otro de nuestros puntos fuertes.
Se trata del conocido como Paseo das Oliveiras que envuelve al caminante en un halo de misterio y magia.
Es un paseo de olivos centenarios, seguramente del S. XVI, antiguamente usados para la producción de aceite, uno de los cuales ganó en el 2015 el premio al Mejor Olivo Monumental de España
Y que junto con otras especies botánicas de gran valor, entre ellas camelias y ejemplares de boj, se encuentra en El Pazo de Santa Cruz de Ribadulla incluido en la ruta de la camelia.
La historia del pazo se remonta al S. XVI. Sus paredes exteriores lucen varios escudos y en él además de capilla, se encuentran varios elementos arquitectónicos de interés como La Fuente de La Coca.
No os perdáis, cerca del portón de acceso, en el exterior, rodeado de robles un magnífico cruceiro.
Debe seguir la ruta el viajero dirigiéndose a un enclave bañado por las aguas del Río Merín. Ya en su inicio un conjunto de molinos restaurados saludan a todo el que por allí se acerca. 
Y nos sumergimos de pleno en un bosque lleno de encanto. Rústicas pasarelas contribuyen con su granito de arena.
Pasos escalonados llevan en volandas al senderista que va ascendiendo paulatinamente y sin esfuerzo.
Pequeñas cascadas ponen la banda sonora de una ruta, Los Molinos de Vedra, que es todo un descubrimiento por lo bien cuidada que está y lo bonita que es.
Las levadas nos sirven de camino para ir de uno a otro molino.
Y nos reafirmamos en la idea de lo bien que sabían nuestros antepasados aprovechar los recursos ofrecidos por la naturaleza.
¡Fijaos que escena tan serena!
La calma es total, sólo interrumpida por el cascabel sonoro del agua deslizándose ladera abajo en pequeñas cascadas. 
Por aquí no se siente el cansancio. Las energías salen renovadas.
Continuamos el paseo y llegamos a un punto en donde nos cruzamos con El Camino Sanabrés a Santiago. Lo señaliza La Ermita de Santiago de fachada sencilla pero que cuenta con dos campanas en su campanario. 
A su lado la fuente del mismo nombre en donde leemos una inscripción que nos cuenta la leyenda del traslado del cuerpo del apóstol ocurrido por estos pagos.
Dejamos este lugar lleno de leyenda y nos dejamos llevar por pistas amplias y sombreadas.
Otro momento cumbre de nuestra andaina es cuando avistamos ya el más moderno viaducto del ferrocarril sobre El Ulla.
Lo cual nos indica que nos encontramos en El Mirador de Gundián con el imponente antiguo viaducto ferroviario sobre el río.
Algo que impresiona es el desfiladero con el Ulla corriendo rebelde allá abajo deslizándose entre los dos viaductos.
Podemos verlos desde distintas perspectivas, tanto de arriba abajo como al contrario.
Incluso con las ahora tranquilas aguas como testigos del momento.
Y que nos acompañan hasta el final de nuestro paseo.
Lleno de historia, magia, fuerza, sonoridad y encanto. 
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2 comentarios:

  1. A min encantame pasar por enmedio das árbores porque parece como se te deixasen pasar.

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  2. ¡Eu tamén teño esa mesma sensación! Ademais Resulta moi relaxante!

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